Ilustración: Vandrake |
“Yo... cuido”.
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Gensi es huérfana, recogida desde muy temprana edad por los Sie Ku. De sus orígenes no se sabe nada. Lo que sí sabemos es que posee un poder especial insólito: el de leer las mentes (humanas o no). De espíritu muy semejante y probablemente influenciado por el de Clyve, su tutor, Gensi está, sin embargo, libre de los sentimientos de incertidumbre que le causan a él tantos dolores de cabeza. Porque Gensi, prácticamente, sabe todo. No tiene necesidad de preguntar; si quiere saber algo sobre uno, simplemente lo sabrá, y listo. Y una persona que no tenga intenciones francas y sinceras, mejor que no se le acerque si tiene siquiera un ápice de vergüenza. Gensi detesta que le oculten las cosas, y el que uno trate de engañarla es comparable a meterse en un tanque de tiburones blancos untado con sangre fresca y esperar a salir ileso.
Gensi idolatra a Clyve, y cuando está con él le ayuda a equilibrar sus sentimientos negativos. Es mucho más fuerte y decidida que él, y lo conoce mejor que nadie, y si hay algo que le ayuda es que ella está acostumbrada también a conocerse a sí misma. Tiene una alma inquieta que no tolera las rutinas. Se distrae con facilidad, en su fascinación por el movimiento mental que siente a su alrededor. Y es una papa para los idiomas, pero se las arregla para entenderse en lo poco que mastica de la lengua común (lo que lee de las mentes son significados abstractos y no palabras). Su trabajo le encanta, pero piensa que todo puede mejorarse y con genuino interés se dedica a crear.